Son las doce de la noche y Juan y Silvia se meten en la cama para hacer vamping, aunque ellos no lo saben. Apagan la luz de las mesitas de noche y cada uno de ellos consulta su teléfono móvil antes de dormir. Juan repasa el correo electrónico, las últimas noticias y habla un rato a través de sus redes sociales. Silvia mira unos vídeos, también consulta el correo y da las buenas noches a sus amigos y familiares. Después de cuarenta minutos utilizando su móvil en la oscuridad antes de dormir, se dan las buenas noches y cierran los ojos… ¡Bienvenidos al vamping!
Vamping, ¿en qué consiste?
Con la introducción de este artículo la gran mayoría ya sabe en qué consiste el vamping. Se trata de un fenómeno que ha surgido desde que los teléfonos móviles son miniordenadores. La esencia del vamping consiste consultar nuestro teléfono móvil antes de dormir. Es un fenómeno que se instauró hace unos años y no hace más que crecer. La población que más lleva a cabo esta práctica son los adolescentes, pero también se incluyen niños y adultos. La dependencia al móvil hace que cada vez sean más los que antes de dormir dan un repaso a sus redes sociales o consultas las noticias o realizan cualquier otra actividad.
Efectos sobre la salud
La Doctora Ángela Milán, neuróloga de la Unidad del Sueño de la Clínica de la Universidad de Navarra, asegura que el vamping tiene efectos negativos para la salud afectando a la calidad del sueño y a nuestro rendimiento. Pero, ¿dónde surge el problema? Las pantallas de nuestros móviles emiten una luz azul de onda corta y esto hace que nuestro cerebro entienda que todavía es de día. Por ello, es importante señalar que unas dos horas antes de dormir, el cerebro comienza a segregar melatonina, que es la hormona que regula nuestro ciclo del sueño. Sin embargo, al exponernos a esta luz, el cerebro, al entender que todavía es de día, altera la producción de melatonina y, de esta forma, comienzan los problemas de sueño.
Insomnio tecnológico
Al efecto del vamping sobre la salud lo han bautizado como insomnio tecnológico. El cerebro, al entender que todavía es de día no segrega melatonina y retrasa el inicio del sueño, por lo que dormimos menos horas. Por ello, no es de extrañar que los días que no usamos el móvil en la cama tengamos problemas para conciliar el sueño, ya que nuestro ritmo de sueño estará alterado debido al uso de las nuevas tecnología. Desde la Unidad del Sueño de la Clínica de la Universidad de Navarra aseguran que esta práctica puede reducir en adolescentes hasta un 90% la cantidad de melatonina.
Apetito
Un efecto que quizá no esperábamos del vamping es su afectación sobre el apetito. La Doctora María Alija, endocrinóloga pediátrica, explica que al inhibirse la producción de melatonina aumenta la producción de neuropéptidos, los cuales aumentan el apetito y la preferencia por alimentos más dulces y grasos. De esta forma, si seguimos alterando nuestro ritmo natural de sueño, no solo tendremos problemas de insomnio, sino que también podremos tener más hambre de alimentos dulces y aumentaremos de peso.
La Doctora Alija afirma que normalmente solemos dormir siete horas, pero con estas alteraciones de sueño dormimos entre tres y cinco horas menos, con lo que podemos llegar a consumir hasta 385 calorías más al día. Por otro lado, señala que al reducir nuestras horas de sueño también aumenta nuestro cansancio, lo que hace que no estemos tan activos y no quememos tantas calorías como lo haríamos en condiciones normales.
Consejos para evitar el vamping
A continuación, se ofrecen una serie de consejos para evitar caer en esta práctica que puede ser tan negativa sobre nuestra salud.
El teléfono móvil deberá quedarse fuera de la habitación cuando nos vayamos a dormir. Es cierto que hoy en día lo utilizamos como alarma o radio, sin embargo, esta práctica lleva a la tentación de consultarlo hasta altas horas de la madrugada, por lo que será una buena idea volver al despertador habitual.
Para evitar que la luz de la pantalla engañe al cerebro, dejaremos de usar el móvil dos horas antes de irnos a dormir, parece un imposible, ¿verdad? El móvil se ha convertido en una extensión de nuestra mano, pero si estamos inmersos en problemas de sueño y el vamping es nuestra práctica habitual, entonces deberemos poner de nuestra parte para regular nuestro sueño. Así pues, dos horas antes de irnos a dormir, dejaremos el móvil de lado para evitar que la luz altere la segregación de melatonina.
Establecer una buena higiene del sueño será muy positivo. Por ello, estableceremos unos buenos hábitos antes de irnos a la cama.
Hoy en día parece que si no consultamos el móvil o vemos la tele antes de irnos a dormir no podemos hacer nada, sin embargo, ver la televisión también puede ser considerado hacer vamping. Por ello, invitamos a leer o a charlar con la familia antes de ir a la cama.
Si tenemos hijos es muy importante controlar su uso. En primer lugar, los padres deberán dar ejemplo y no usar el móvil en la cama para que su hijo no lo vea como una conducta normal. Por otro lado, tampoco se le deberá dar a nuestro hijo el móvil si se ha despertado con el objetivo de que se calme y se vuelva a dormir, ya que la luz alterará su ciclo de sueño.
Comentario final
Muchos padres aseguran que ellos pueden hacer lo que quieran porque son mayores, sin embargo, se ha de tener mucho cuidado con los mensajes que se transmiten a los hijos a través de la conducta. El vamping lo practica una gran cantidad de población, pero como se ha mencionado anteriormente, los adolescentes son los que más lo llevan a cabo. Por ello, aunque los padres tengan la costumbre de realizar esta práctica, será aconsejable que dejen de hacerlo y den ejemplo a sus hijos si quieren que estos también dejen el móvil por las noches.