Educación centrada en el estudiante

¿Qué es la educación centrada en el estudiante?

Para entender la educación centrada en el estudiante, es importante enfatizar que todo comienza con el docente. Es él quien motiva a los alumnos a participar en la toma de decisiones dentro del salón de clases, los incentiva para tomar roles de liderazgo, los escucha de manera activa tomando en cuenta sus opiniones y, sobretodo, confía plenamente en la capacidad de sus estudiantes para elegir de manera correcta.

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En una educación centrada en el estudiante, los alumnos participan de manera activa en la planeación, implementación y evaluación de las actividades académicas. Es por esto que el cambio más importante para los maestros es hacer la transición de ser quien imparte el conocimiento a ser a quien los guía en su propio proceso de aprendizaje. Los maestros dejan de ser los poseedores de la información y se convierten en herramientas de investigación y guía para el alumno.

Permitir a los estudiantes tomar decisiones con respecto a su propio proceso de aprendizaje les permite tener una voz con respecto a lo que están aprendiendo, por qué lo están aprendiendo y para qué lo aprenden. Cuando los alumnos eligen un tema de interés, deben justificar la relevancia en el aprendizaje, moldeando así su mente hacia un pensamiento crítico mucho más analítico que si simplemente aprendieran un tema porque es el que le dijeron que debía aprender. Al elegir cómo se adquiere ese tema lo responsabiliza del proceso de aprendizaje, enseñando habilidades de liderazgo, organización y responsabilidad, claves para la vida adulta.

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Centrar la educación en los estudiantes les enseña habilidades que les permite adquirir un conocimiento más complejo y profundo de temas de interés. Al reducir la educación por órdenes directas de los docentes y aumentar las actividades lideradas por alumnos, logramos que el aprendizaje se vuelva significativo y permanezca en el alumno. La clave para tener éxito en este tipo de educación es empoderar a los estudiantes, reconocer que tienen la capacidad para ser líderes, críticos, investigadores y a la vez educadores. Como resultado vemos alumnos con sentido de auto valía, seguros de sí mismos, con la habilidad de crear utilizando su máximo potencial, de liderar un grupo de pares, manejar sus tiempos dividiendo tareas y asignando roles, adquirir una visión profunda de temas de interés, permitiendo así al maestro enfocarse en ser guía para todos sus estudiantes.

Por último, es importante hacer notar que uno de los mejores beneficios de este tipo de educación es que permite al docente tener un aula inclusiva. Al hacer que los alumnos guíen su propio proceso de aprendizaje les permite aprender a su propio ritmo, construyendo el conocimiento de cada uno con un sistema de aprendizaje diferenciando.